lunes, 16 de junio de 2014

¿Un curso raro? Digamos que hablamos de ser diferentes.

Pues sí, señoras y señores, hemos llegado al final del primer año de carrera ¡Quien lo diría!. Aun recuerdo el primer día de facultad en el que la noche de antes apenas dormí y ese mismo día iba con un "miedo" impresionante. No era miedo del malo ni mucho menos, era de ese que te hace preguntarte  a donde vas, que gente habrá en tu clase, soy nueva y no conozco a nadie, como será la vida universitaria, que es lo que me voy a encontrar y porque no decirlo:

 - Espero no perderme el primer día de clase al llegar a la facultad....

El ultima día de clase hicimos una actividad bastante curiosa y de la que creo que ni mis compañeros ni yo nos esperábamos para nada. Era hora de hacer un pequeño balance de todo lo que había sido este cuatrimestre para nosotros. ¡Era hora de sincerarse!

Una de las actividades que teníamos que hacer era de las siguientes caras, seleccionar 1 o 2 caras con las que nos sintiéramos identificados con relación a las asignaturas y al cuatrimestre. Y siendo sinceros no fue nada fácil decantarse por alguna de ellas, pero al final elegí las siguientes: La 1 y la 3. 


1- Con respecto a la primera cara, me siento identificada con ella ya que me transmite ese buen rollo que existe cuando estas cómodo en un lugar , un ambiente en la clase en el que te hace sentirte como en casa, donde hemos podido experimentar nosotros mismo con el material, investigar, bichear nuevos programar y redes en Internet, participar, debatir y sobre todo expresarnos libremente. Creo que es una de las cosas que más destaco de ese cuatrimestre, y es que por que no pienses igual que tus compañeros o incluso que el profesor, si hablas con argumentos puedes llegar mucho más lejos que si hablas sin sentido, y sobre todo que pensar diferente no es sinónimo de estar mal. En conclusión podría resumir la cara en ir tranquilo pero sin pausa por el camino, aprendiendo de los "errores" y llenando la mochila de todas las experiencias y nuevas cosas que aprendemos tanto de los proyectos, del día a día, de los compañeros, de los maestros y incluso de nosotros mismos.

2- Por otro lado, se encuentra la tercera cara, esta cara me transmite felicidad y confianza. Y verdaderamente esta parte se la merece mi grupo de trabajo. Podría ver reflejada esa cara en todos los momentos con ellos, ya sea dentro o fuera de clase. De ellos he aprendido tanto como compañeros y como personas. Me han ayudado a perder poco a poco esa timidez y la vergüenza que muchas veces me impide hacer más cosas de las que quiero, a "rayarme" menos por cosas que realmente no tienen importancia, demostrarnos que si confiamos y vamos todos a una podemos con lo que nos echen y sobre todo a ver como puedes encontrar a personas estupendas en cualquier sitio sin que te lo esperes. GRANDES MIS BLOGGEROS 3.0 ! 

Por último y no por ello menos importante me gustaría destacar la curiosa forma que ha tenido Miguel de enfocar las asignaturas. Y ya no solo me refiero ha hacer un 3 en 1 en las asignaturas, sino a que nos dijera desde un comienzo - Estáis todos aprobados... Es la primera vez en casi 22 años que tengo que oigo a un profesor el primer día decir eso. He de reconocer que al principio pensaba que era una broma, que era imposible , pero poco a poco vi que era cierto. Ha hecho que a pesar de saber que estábamos aprobados, tuviéramos ese interés por lo que aprendíamos. Gran parte de culpa de esto la tiene su forma de trabajar, y es que nos ha dejado "libres" a la hora de trabajar, de investigar y sobre todo aprender. Nosotros hemos sido participes de nuestro aprendizaje, el no has ofrecido el material, nos a orientado y nosotros hemos sido los que hemos hecho el aprendizaje nuestro. De este modo ha conseguido hacer de nosotros personas independientes, que sepamos trabajar con la información, saber discriminar una información de otra y sobre todo a pensar por nosotros mismos sin miedo. He descubierto que aun queda gente que verdaderamente disfruta con su trabajo y eso se transmite al resto. Solo puedo decir una y mil veces más GRACIAS. 

Y sin más, igual que me comprometí el primer día en la primera entrada a poner mi granito de arena, en esta:

¡Yo tambien me comprometo a quemar los barcos!





Números para contar no para calificar.

Esta nueva entrada va dirigida al último proyecto que hemos tenido entre manos y es :
 "¿El aprendizaje se puede medir?. Ha sido un proyecto bastante curioso en el que además de ver que realmente las notas no sirven en absoluto para nada nos ha hecho abrir los ojos que tantos años llevaban cerrados.

Siempre hemos pensado, yo por lo menos, que saberse bien un tema, hacer un examen y sacar un 8 ya te hacia conocedor de esos conocimientos pero hace aproximadamente un mes me di cuenta de que eso no era cierto. 

La situación fue la siguiente:

 Llegamos como todos los días a clase, nos sentamos en nuestros sitios y viene Miguel diciendo:
                   - Separaros que hay examen sorpresa.. 
Ya podéis imaginar nuestras caras de "madre mía que me estas contando...." Y así fue, nos entregó un "examen" con preguntas que llevamos estudiando a lo largo de toda nuestra vida como estudiantes, algunas de ellas eran:

- ¿Clima de la sabana?
- Proceso digestivo
- Que pasó en la paz de Augsburgo
- O que es una sinalefa 



Pero esto no acaba aquí, lo mejor fueron los resultados, de 40 personas un solo aprobado. Así que imaginaros mi nota, un magnifico 2.8 que saqué en el examen. Solo acerté las preguntas de biología y porque era lo que más me gustaba cuando estudiaba y me lo estudiaba con ganas y ahí se demostró. Y no por todo esto me considero una persona que no estudia o que no se esfuerza, al contrario.  Fue aquí donde me dí realmente cuenta de que las calificaciones numéricas no sirven para nada. 

Para lo único que sirven son para jerarquizar y ver quiénes son "los listos" y "los tontos" como la gente dice o más bien como los políticos quieren hacernos creer con todas su medidas. 

Con todo esto llego a la conclusión de que no hay que poner un número para saber si un niño sabe o deja de saber algo. El verdadero proceso de evaluación deberíamos llevarlo a cabo día a día, observando los avances que va logrando el alumno a lo largo de todo el proceso educativo y teniendo encuentra las capacidades y las características de cada alumnos. Ya que si un día dijimos que cada alumno aprende a su ritmo con sus características, la evaluación debería de adaptarse a ellos del mismo modo para así ser realmente igualitarias en condiciones para todos.

¿Sabemos ser maestros antes de serlo?

En esta nueva entrada dentro del tercer proyecto  "¿Se sabe ser maestro antes de ser maestro?" me gustaría hacer una reflexión acerca de los diferentes textos que encontramos en el campus y complementarlo con la entrevista que tuvimos la suerte de hacerle a Dolores Madrid.

Para comenzar me gustaría dar mi opinión acerca de la temática del proyecto, y creo que una persona no sabe ser maestro antes de ser maestro. Una persona puede tener gustos que le hagan fijarse en determinadas carreras y preferir unas antes que otras, imaginarse cuando era pequeño que de mayor querías ser maestro, médico o incluso astronauta porque no..., pero sinceramente no creo que se sepa ser maestro antes de trabajar e implicarse en ello.  Y con esto no me refiero a que una persona por trabajar de maestro ya sabe ser maestro y mucho menos si  es buena o no en lo que hace, sino que este tipo de cosas influye a que lo logremos ser algún día. Algunas de las cosas que servir de apoyo pueden ser: estar dentro del mundo de la enseñanza para vivirlo en primera persona, tratar con gente  que conoce el terreno, ponerte en marcha todo los días en el aula con tus alumnos, y por supuesto usar todos los recursos que has ido adquiriendo a lo largo de tu formación ya sean conocimientos, experiencias, prácticas, anécdotas etc.. Todo sirve como fuente de conocimientos y de trabajo.

Muy pegado a mí punto de vista se encuentra la opinión de Dolores Madrid, profesora de la Universidad de Málaga. Con ella tuvimos la oportunidad de realizarle la misma cuestión a la que nos contesto que no, que no se saber ser maestro antes de ser maestro. Nos argumentaba que las  personas pueden tener unos intereses, unas actitudes y capacidades o una forma de ser que les haga decantarse por una carrera u otra pero que no se pude ser algo sin saber realmente lo que es.
Por otro lado también hizo incapie en que el grado de magisterio no forma completamente a los futuros maestros debido a la estructuración y los temas curriculares que se manejan. Por ello nos destacó la importancia de que un maestro esta en continua formación para además ir acorde con los tiempos que corren.
Finalmente nos comento lo importante que ha sido para ella la figura del maestro en su vida y lo desprestigiada que esta la profesión por culpa de gente que no conoce realmente el trabajo de un profesor.

Con esta última reflexión de Dolores me gustaría enlazar la temática de algunos documentos del campus que hablan sobre que los profesores son unos vagos, que carecen de conocimientos, o de que si esas personas van a ser la que eduquen a sus hijos en un futuro...

Leyendo los diversos artículos he podido ver como tratan a los profesores como si realmente no supieran nada, que son personas que han llegado a unas oposiciones por arte de magia, sin esfuerzo ninguno o como dicen algunos - Te han dado el título de magisterio por saber pintar sin salirte de los margenes y recortar con tijeras sin punta redondeada... y otra serie de barbaridades más. Todo esto tan solo porque hay ciertas entrevistas que han sacado a alumnos que no saben dónde está el Río Nilo o en qué año comenzó la Guerra Civil.

Creo que el verdadero problema sigue en el método de querer enseñar a los alumnos a base de memorizar conceptos a diestro y siniestro, para pasar el examen lo antes posible y si te he visto no me acuerdo. De este modo creemos que nuestro alumnos como se han memorizado 18 temas con sus respectivos contenidos ya saben todo lo que tenían que saber pero la realidad no es así. Un claro ejemplo de lo que se cuece aquí podría verse reflejado en el siguiente cortometraje:


Para concluir con mi entrada me gustaría hacer reflexionar sobre si realmente estamos enseñando a los niños de manera correcta. Yo creo que un buen método sería que los alumnos pudieran investigar, opinar, indagar y sobre todo ser participes de su aprendizaje. Que sean capaces de pensar por ellos mismo con decisión y dejar de lado el memorizar para aprobar por que esta visto y comprobado que no es lo ideal para aprender realmente.